Black caracol

Crítica
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Black caracol

Noche estrellada con buena música

The Alman Brothers en el ciclo “Ingenios”. Sala caracol. Sábado, 21 de febrero de 2015.

Hace unos días la mítica sala Caracol se tiñó de negro. No se celebraba un funeral, más bien una resurrección de la música de Aretha Franklin o Etta James entre otras. The Alman Brothers hacía su presentación en sociedad en el marco del proyecto “Ingenios” creado para otorgar la oportunidad de promoción a bandas jóvenes noveles o profesionales. En el caso que nos atañe se trataba de cinco músicos profesionales –Chema Calero (batería), Iker Cuadra (teclado), Ricardo Tirado (bajo eléctrico), Adrían Galicia (guitarra eléctrica) e Irene Alman (voz)– que hicieron encandecer la audiencia.

Los temas elegidos, marcados por el sello Motown, abarcaron desde baladas soul a ritmos popque pusieron al público a bailar. La frescura que transmitieron respecto a las versiones originales radicó en la ligera subida de los tempos y la simplificación en los arreglos. Me refiero concretamente al caso de “Think” de Aretha Franklin que, con el pulso más vivo y el acompañamiento de batería elegido, rozaba el funky; o “Valerie”de la banda inglesa The Zutons, cuyas partes instrumentales desprendían concreción, suprimiendo respuestas a la voz que pudieran resultar tediosas.

Los instrumentistas estuvieron impecables. La batería se mantuvo en un plano razonable, algo poco usual, pues lo que abunda es la saturación sonora. En esto tuvo mucho que ver la ecualización de los técnicos de la sala, que supieron adaptar magistralmente los balances de sonido a cada grupo que participó en el evento. La guitarra y el bajo, así como el teclado, destacaron por su coordinación con la voz y por algún solo que interpretó con mucho acierto Adrián Galicia.

Irene Alman demostró su dominio de la técnica vocal de principio a fin. Grandes contrastes de color en la voz, adecuándose a la expresividad de cada canción, muy buenos ataques en el registro agudo y, sobre todo, mucho gusto en las ornamentaciones. Considero que en este tipo de música es muy fácil incurrir en la floritura gratuita ya que parece un rasgo inherente a ella. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Basta con escuchar a Ella Fitzgerald para percatarse de que no hay ni exceso ni agresividad. Esto es lo que abunda hoy en día: una ejecución violenta, llena de giros; en definitiva, descuidada. Es de agradecer que existan aún cantantes que recuerden la máxima “menos es más”.

Lo único que percibí como negativo fue la duración de su actuación. Teniendo en cuenta que se trataba de un concierto que aglomeraba a más grupos, se torna razonable por motivos de organización; empero, para aquellos que gozamos de esta magnífica actuación, fue insuficiente.

Ojalá podamos escuchar a esta maravillosa banda en solitario dentro de poco. Les auguro un brillante futuro, y más ahora que Madrid es un cúmulo de soul, jazz y funky. Desde hace unos años, los locales dedicados a este tipo de música han proliferado rápidamente en la ciudad y no hay noche que no ofrezcan una jam session o un concierto de algún músico extraordinario que está de paso por la metrópoli. Cuanto más amplia y asequible sea la oferta cultural, más podremos enorgullecernos de vivir en una capital moderna, a la altura de las circunstancias. De modo que, si prevés una tarde o noche ociosa, acude inmediatamente a la red porque encontrarás estupendas maneras de aprovecharla y contribuir al desarrollo artístico. ¿A qué estás esperando?

Zoila Martínez Beltrán

Fotografía: Zoila Martínez Beltrán

Publicado en marzo 2015

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