“Carrasclás, carrasclás” una concepción histórica a través de la música bélica

Música durante las guerras españolas

Músicas en tiempos de guerra. Cancionero (1503 – 1939), Francesc Cortès y Josep-Joaquim Esteve, Ediciones UAB, 2012. ISBN: 978-84-939695-3-0.

Como ocurre generalmente en la historiografía de las distintas disciplinas y ciencias, existen muchas lagunas en distintos apartados de la historia por considerarse de menor interés o calidad. La música popular española ha sido una de las tareas pendientes sobre los que aún quedan bastantes cosas por recuperar. Si además hablamos de un repertorio aún más cruento relacionado con la ideología que aún sigue sumergida dentro de parte del sector de la población española por los sucesos históricos, es muy difícil encontrar esa pretendida objetividad historiográfica a la que tienden los investigadores que se inician en esa tarea.

En este libro se reúnen dos personalidades del mundo de la investigación musicológica para recopilar una serie de piezas cantadas durante las guerras sucedidas dentro de territorio español. En total, un conjunto de ciento treinta canciones dentro de los géneros más variados, como bullangas, villancicos, jotas, fandangos, seguidillas, etc. conforman el cancionero señalado. Con el título del libro Músicas en tiempos de guerra. Cancionero (1503 – 1939) los investigadores realizan un paseo cronológico por todo el repertorio cantado desde las Guerras Rememoradas (1503 – 1686) y la Guerra de Sucesión (1702 – 1714) hasta la Guerra Civil española (1936 – 1939). Para realizar este proyecto, Francesc Cortès ha estudiado el género de la canción a través de distintas ponencias de congresos1 y publicaciones para diversos proyectos de investigación. Actualmente está interesado en proyectos de investigación relacionados con la música durante la Guerra Civil española. Como experto en la materia lírica del ámbito catalán, hace un buen compañero de trabajo para Josep-Joaquim Esteve, músico especializado en la música de la Catedral de Santa María de Palma de Mallorca y miembro fundador del “Centre d’Investigació Musical de la Catedral de Mallorca” (CINMUS), también inserto en el mundo de las bandas de música y en la música de Baleares del siglo XIX.2

Es interesante ver el enfoque que los autores dan al Cancionero, junto al que presentan un análisis profundo de este repertorio. La introducción aclara que una canción no es un documento aislado que refleja la situación de un colectivo concreto, sino que habría que extraer información a través de la identidad que adquieren ciertos personajes. Por tanto, el análisis realizado no resulta frívolo tras resaltar aspectos musicales o textuales, sino que va más allá, adentrándose en la simbolización de figuras y hechos bélicos que constituyen una identidad social sin parangón con otras manifestaciones artísticas. Las aportaciones de Lévi-Strauss son esenciales para los autores en sus explicaciones acerca de la manera en que se concibe la música como un proceso de creación de un mito, mientras que el texto tiene la capacidad de crear y rememorar otro tipo de mitos relacionados con la creación de una épica.

El objetivo que se proponen es afrontar la recopilación del cancionero a través del planteamiento sobre la disyuntiva entre oralidad musical y tradición escrita. También entre las fronteras existentes entre los ámbitos religiosos y profanos, la transmisión oral y la escrita, y para ello el método empleado se ha basado en fuentes escritas, aunque no por ello desprecian las de la memoria viva. Así han llegado a ciertas conclusiones sobre los distintos géneros que interactúan en los actos bélicos, con características comunes como la reivindicación, autoafirmación o una apología hiperbólica.

Así pues, a lo largo del desarrollo, los autores van señalando numerosos sucesos históricos que utilizaron la música como arma propagandística en interés de cada bando por conseguir su objetivo. Desde el contrafactum realizado con Yo que soy Napoleón durante la Guerra de la Independencia hasta el Ay, Carmela de la Guerra Civil española, pasando por el Trágala y el Himno de Riego que han recorrido grandes etapas de la historia de España.

Por otro lado, la falta de citas sobre la procedencia de las fuentes de las que extraen las ideas sobre las autoridades citadas hace que se desconfíe en cierta manera sobre el rigor científico del libro. Sin embargo, se debe concebir como un compendio que tiene un fin de lectura amena para el interesado. Esto se refleja en que han omitido ciertos episodios bélicos, destacando sólo los más importantes y, por consiguiente, algunos himnos y cánticos sobre éstos. En la introducción se echa en falta un estado de la cuestión que aclare quiénes han sido los investigadores españoles que han tratado este objeto de estudio u otros similares en España y las aportaciones que introdujeron en cada investigación. Quizá lo más interesante del libro sea su extensa bibliografía referida a cada guerra, que conforma cada capítulo del libro, así como las Notas y noticias sobre las composiciones del Cancionero, que se incluyen como fuentes en el apéndice muy útiles para el investigador de este objeto de estudio.

A pesar de algunos de estos fallos en el aspecto formal del libro, es conveniente el interés y la iniciativa de investigar este repertorio tan poco estudiado. Sobre todo con el fin de que conforme un capítulo significativo dentro de nuestra historia de la música.