¡Los morenos en festejo!

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¡Los morenos en festejo!

Acerca de la morenidad en las canciones de Illapu e Inti Illimani, exponentes chilenos del folclor latinoamericano

Siempre me ha gustado el britpop, desde que tengo “conciencia musical” me adscribí, por así decirlo, a esta corriente o estilo londinense. Entre mis bandas favoritas primaron Oasis, Blur, Travis, entre otros; sin embargo, todo cambiaría –o casi todo– un día de febrero del año 2010. En aquel tiempo me encontraba de vacaciones en Iquique, en el norte de Chile, cuando una amiga me llamó y me dijo que nos fuéramos a Bolivia, no tenía mucha plata pero tenía ganas de ir, así que la esperé unos días ya que se venía a dedo en camión. Cuando venían llegando a Iquique me fui a la carretera y de ahí nos fuimos hasta Arica y de Arica nos fuimos a La Paz, dónde comenzaría un viaje que cambiaría “algo” en mí.

Ese “algo” hizo que cuando volviera a Chile comenzara a introducirme en el folclor latinoamericano, género que tampoco me era tan ajeno; aunque he de reconocer que antes no me interesaba demasiado; puesto que mi familia siempre lo ha cultivado un poco. Ese “algo” vivió una segunda etapa cuando me fui de intercambio a España y, para no echar tanto de menos la tierra, escuchaba mucho folclor de Los Jaivas, Inti Illimani o Illapu, grupos chilenos setenteros que fueron parte del movimiento de “La Nueva Canción Chilena”; su música me ponía feliz en la tierra lejana. Entonces entendí que ese “algo” no era otra cosa que la “identidad”, mi identidad de chilena, identidad mestiza, identidad latinoamericana, y comprendí que se trataba de un sentido de pertenencia.

Pero, ¿qué características definen dicha identidad? De lo visible presentamos un fenotipo muy heterogéneo, basta echarle un vistazo al comienzo y al final del video “Latinoamérica” de Calle 13, rostros diversos pero característicos de nuestra tierra. De lo oíble, la lengua heredada de los españoles, pero que en nuestro continente adquirió diferentes tonalidades u sonoridades debido al contacto con los indígenas y también con los negros africanos, incluyendo elementos que aportarían los migrantes que llegarían a los diferentes lugares durante el transcurso de la historia. Por ejemplo, algunos dicen que el español argentino es así debido al contacto con los inmigrantes italianos, mientras que en Chile el español sería fruto de la influencia que recibió de la lengua mapuche.

El hecho de estudiar historia, inmiscuirme en la historia desde abajo1 el interés por conocer la cultura popular y la historia de los “sin historia” claramente influyeron en los cuestionamientos internos que me hacía, ¿por qué a veces parecemos ignorar parte de nuestro componente cultural? Cuestionamiento que me hago yo como chilena, ya que en otros países latinoamericanos la multiculturalidad está mucho más presente o bien se expresa sin vergüenza y se demuestra con orgullo, algo que no veo muy presente aquí en mi tierra. Entonces surgen las preguntas de ¿por qué pasa esto?, ¿tenemos vergüenza?, ¿por qué y de qué?, ¿o es que tenemos miedo? De pronto se me vienen a la cabeza unas palabras del poeta mapuche Elicura Chihuailaf donde se preguntaba: ¿Por qué el temor a la interculturalidad, a la multiculturalidad, a la hermosa morenidad, su miedo a la identidad?, y me quedó haciendo eco el concepto de morenidad…

Sabemos que la sociedad colonial americana se jerarquizó a partir de las castas que surgieron producto del mestizaje, las mezclas de las razas –concepto discutido– y las mezclas de estas mezclas. Sin embargo el proceso de mestizaje es mucho más amplio y complejo, no se trata sólo de la mezcla de razas, sino también de la mezcla de culturas; se trató de un “mestizaje cultural” donde se originaron muchas culturas, pero que miradas desde fuera y desde una perspectiva general podemos condensar denominándolas “cultura latinoamericana”. Ahora, ¿dónde podemos encontrar las expresiones de la multiculturalidad de la cultura latinoamericana?

Entendiendo la cultura como un sistema de símbolos, expresiones y representaciones podemos ver que una de sus formas más populares de expresión ha sido la música. Y esto me viene a la cabeza, sobre todo pensando en que para el estudio de esta simbiosis cultural a veces no se suelen considerar ciertos elementos o aspectos de lo latinoamericano, como es el caso de la morenidad, exceptuando quizás la literatura y la poesía. Ciencias como la antropología y la etnografía han trabajado temas de multiculturalidad; sin embargo siento que la historia como disciplina ha pasado por alto el valor que puede tener la fuente musical en este ámbito. No seremos expertos en cuanto a los ritmos, sonidos o lo que implique la teoría musical, lo cual es campo de los musicólogos, pero sí podemos utilizar la fuente musical a partir de la composición del discurso, es decir, del contenido de sus letras y también el entorno de la creación y de quién creó. Así lo creía el musicólogo Samuel Claro Valdés quien postulaba que se la podía considerar como tal porque responde a un contexto histórico y socio-cultural particular, por lo que se puede convertir en una gran fuente de información. Considerando lo anterior, podemos decir que es precisamente ahí donde encontramos las expresiones de la multiculturalidad, en este caso en particular, unificadas en el concepto o idea de morenidad, que entiendo como una característica que expresa la comunión entre lo indígena, lo africano y lo peninsular (español-portugués).

A veces, nosotros cantamos y bailamos pero no tenemos la más remota de idea qué es lo que cantamos o qué es lo que bailamos, o qué significados o símbolos tienen las músicas tras de sí. Y quizás tampoco nos hemos parado a pensar que algunas canciones que bailamos y cantamos son expresiones y reflejo de nuestra morenidad. Así lo sentí cuando le puse atención, pensé, procesé o internalicé la letra de algunas canciones de Illapu y de los Inti. Justamente cuando escuchaba una canción de Illapu, “Morena Esperanza /Por la tierra va creciendo /la esperanza de los buenos /y bailando están los dioses/bandera de los morenos/ Los morenos en festejo/ candombeando la esperanza/. Hablan de los morenos como una agrupación, como un pueblo feliz y que baila, que “candombea”, ¿y qué es el candombe? Un ritmo afrouruguayo, por lo demás, declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Otra de las canciones populares de este grupo se llama Candombe para José, o simplemente “El negro José”. La canción es original argentina, los Illapu la conocieron allá y la trajeron a Chile, la “andinizaron” al agregarle charango y quena; se popularizó muy rápido y se convirtió en una de las canciones más queridas –si hasta cumbia la hicieron después, no los Illapu, claro– porque, como se dice por estos lares, ¿quién no conoce un negro José? Yo misma tengo un primo que se llama José y es morocho como el de la canción, lo han confundido con ecuatoriano, panameño o centroamericano, y yo sé que es tal cual la letra: Con amor candombea el Negro José/ Tiene el color de la noche sobre la piel/ Es muy feliz candombeando dichoso él/ Amigo Negro José. /No tienes ninguna pena al parecer/ Pero las penas te sobran Negro José /Que tú en el baile las dejas yo sé muy bien/ Amigo Negro José/. Y así el negro José candombea, igual que la morena esperanza.

Hay una canción de los Inti Illimani que se llama “Samba landó, sólo el nombre ya nos dice algo sobre su procedencia. Tras haber sido discutido su origen el consenso concluye que es un ritmo afroperuano, ya que landó vendría de lundú la cual, a su vez, provendría de Luanda en África, según los estudios de Nicomedes Santa Cruz.2 En una parte la letra alude explícitamente a la trata negrera: /libertad para los negros/ cadenas para el negrero/ y en otra a este temor, rechazo, vergüenza de o hacia la morenidad: /la gente dice qué pena que tenga la piel oscura/ la gente dice qué pena que tenga la piel oscura/ como si fuera basura que se arroja al pavimento/ no saben qué descontento entre mi raza madura/. Generalmente los estudios existentes sobre nuestra cultura –chilena en este caso– rescatan que es fruto de la fusión de la cultura indígena y española, sin embargo cuando pienso esta letra, junto con las dos anteriores no puedo evitar preguntarme ¿por qué en general la historia suele desconocer o no tomar en cuenta la presencia negra? De los años 50 en adelante –y por lo menos en Chile– se ha venido llenando ese vacío, de a poco se salda la deuda, y yo ahora he oído sus voces y sentido su presencia a través de su herencia musical.

Para cerrar el telón, una última canción de los Inti, titulada La fiesta eres tú, una cumbia colombiana en la que, no sé por qué, ese sonido del clarinete con el que empieza siempre fue para mí un sinónimo de ese baile. Exalta a la mujer morena como una mujer sensual, lo que bien podría traducirse en una representación social cultural popular –inclusive generalizada– de la mujer morena latinoamericana. Se trata de una cumbia colombiana, un baile de carácter popular que se expandió por toda América Latina (donde cada país le agregaría sus propios condimentos). El vídeo fue realizado en Valparaíso, puerto chileno que se caracteriza por tener “vida” en todo el ámbito que pueda ser entendida la palabra, pues es el puerto más mágico de este lado del charco (aunque viene muy de cerca la recomendación). Según los estudiosos, la cumbia es una fusión musical y cultural de indígenas, esclavos negros y en menor escala el aporte de los españoles. A veces me pregunto si los españoles se sentirán reflejados en ello, nunca les hice esa pregunta a mis amigos y compañeros de clase mientras estuve allá…

En este pequeño ejemplo de canciones pudimos ver cómo se refleja esta morenidad; pero finalmente ¿por qué exaltar la morenidad? Aquí veo dos respuestas posibles, por un lado los seres humanos nos definimos como personas cuando somos capaces de diferenciarnos del otro, es decir, yo adquiero mi identidad cuando reconozco ciertas características similares y me defino en oposición al otro; por tanto la morenidad sería desde mi punto de vista una característica de nuestra identidad. La morenidad es identidad. Y segundo, para refrescarnos la memoria, nuestra América se formó a partir de tres componentes culturales, europeo, americano y africano, y eso no debemos olvidarlo, pues la morenidad es la expresión viva y latente de ello.

María Fernanda Cáceres Ayala

1 Línea de Investigación originada a partir de la historia social con auge desde la segunda mitad del siglo XX. Según el historiador español Julián Casanova la historia desde abajo sería la versión radical de la historia social.

2 Nicomedes Santa Cruz es un poeta y folclorista afroperuano. Dedicó su vida a investigar, recopilar y difundir el folclor peruano de origen africano. De las investigaciones y libros de décimas que tratan sobre el landó, véase Rimactampú: Rímas al Rímac (1972) y Ritmos Negros del Perú (1973). De su obra musical, el disco Cumana donde aparece la canción Samba Malató (lando). Recomiendo visitar su sitio web en el siguiente link: http://www.nicomedessantacruz.com/espanol/home.htm

Publicado en junio 2012

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