Nacho Duato. Danse la danse

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Nacho Duato

Danse la danse, autorretrato de un coreógrafo y de una compañía, la CND

El 19 de abril tuvo lugar el estreno del documental Danse la danse, dirigido por el fotógrafo francés afincado en España Alain Deymier. A modo de documental, refleja la gira de la Compañía Nacional de Danza por Rusia en el verano de 2011, cerrando un ciclo de más de veinte años con Nacho Duato al frente de la compañía:

Empecé mi primera gira con la Compañía Nacional de Danza en Moscú, y he terminado mi etapa en Moscú, es un ciclo bonito que se cierra. No estoy triste, sino que se me abre una nueva puerta, en San Petersburgo. El contacto con otra cultura, el renovar el repertorio con la nueva compañía, el trabajo con otro tipo de bailarines me ofrece nuevas posibilidades.

En el film Nacho Duato habla de su trayectoria y experiencias a lo largo de todos estos años con la compañía. Las cámaras nos introducen en el teatro, en los ensayos en el escenario para perfeccionar algunas partes de la coreografía, en la clase de técnica clásica; son pinceladas que reflejan el trabajo de una compañía como la CND. A ello se unen fragmentos de las piezas que fueron interpretadas durante la gira en uno de los templos más importantes de la danza, el Teatro Bolshói en Moscú.

Nacho Duato (Valencia, 1957) inicia sus estudios de ballet en 1975 en la Rambert School de Londres, ampliándolos en la Mudra School de Maurice Béjart en Bruselas. Aunque comenzó a bailar relativamente tarde, a los dieciocho años, tenía muchas aptitudes. En 1979 regresó a España para formar parte del recién creado Ballet Nacional de España Clásico, bajo la dirección de Víctor Ullate donde sólo estuvo unos meses. Entró en Alvin Ailey American Dance Center de Nueva York, y en 1980 al Ballet Cullberg de Estocolmo. Fue entonces cuando una asistente de Kylián le descubrió y dos años más tarde se unió al Nederlands Dans Theater dirigido por Jíri Kylián. Comenzó a coreografiar para la compañía y también para la NDT 2, siendo desde 1988 coreógrafo estable junto a Kylián y Hans van Manen.

En 1990 fue nombrado director artístico del Ballet Nacional de España Clásico, que había pasado por diferentes etapas, con directoras como María de Ávila o Maya Plisétskaya. El nombramiento de Nacho Duato supuso un cambio de nombre y de orientación artística, pasando a llamarse Compañía Nacional de Danza. A su llegada empezó a contratar no sólo a bailarines españoles, sino también a extranjeros, llevando el estilo clásico de la compañía hacia un estilo más personal, trabajando un repertorio constituido fundamentalmente por sus propias coreografías así como por piezas de sus autores de referencia como Jiri Kylian y Mats Ek entre otros.

Uno de los momentos personales que Nacho Duato comparte con las cámaras es el encuentro con su maestra Irena Milovan, que ha dejado una gran huella en Nacho. En numerosas ocasiones ha sido invitada por él a la CND para formar a los bailarines impartiendo las clases de técnica clásica. Sus palabras reflejan la enorme exigencia que requiere el dominio de la técnica: “Quizá soy muy antigua pero la verdadera escuela es estricta, limpia” y le dice a Nacho: “No faltaste nunca a clase, eras muy disciplinado” y continúa: “Hay cuatro grandes: Mats Ek, Jiri Kylian, William Forsythe y Nacho Duato, eres el pequeño de los cuatro.”

Nacho Duato destaca la importancia de haber sido intérprete antes que coreógrafo, en sus propias palabras: “Es imposible hacer coreografías si no has bailado cómo le dices a un bailarín lo que tiene que hacer […]. Uno no puede enseñar a alguien a comerse una manzana si nunca se ha comido una”.

En Danse la danse los bailarines también se muestran entre bastidores, en los momentos previos de salir al escenario, se vislumbra una gran capacidad de concentración en sus gestos, se respira la emoción de bailar por última vez bajo la batuta de Nacho Duato. Nos transmiten sus experiencias, destacando la importancia de poder trabajar con él, razón principal para muchos de ellos de haber elegido la Compañía Nacional de Danza durante todos estos años, por lo que tras su marcha parte del elenco de bailarines ha decidido dejar la compañía y empezar otra nueva etapa. En la celebración de despedida que tuvo lugar durante la gira, momento que ha quedado inmortalizado en el documental, dice Nacho a sus bailarines: “Yo os he escogido a cada uno de vosotros porque sois los que mejor podéis interpretar mis piezas”.

En la manera de coreografiar de Duato los roles de coreógrafo y de intérprete están claramente separados. A diferencia del trabajo por ejemplo de William Forsythe, y de muchos otros coreógrafos para los que el intérprete es a la vez creador y aporta gran parte del material coreográfico, Nacho Duato concibe primero su coreografía y después sus bailarines deben ser capaces de interpretarla, siguiendo sus pautas acerca de la plasmación exacta del ritmo de la música a través del movimiento, como podemos ver en un ensayo de Jardín Infinito (2010), de Chéjov, con los bailarines Joaquín Crespo, Gentian Doda y Francisco Lorenzo en la sede de la CND en Madrid. Describe el coreógrafo el proceso del siguiente modo:

En la creación hay dos experiencias, una es cuando estás preparando la pieza, estás tu solo con tu idea, con la música que quieres utilizar, con lo que quieres decir, tratando de ser honesto con lo que quieres contar, algo muy interior. Otra es cuando voy al estudio, me enfrento a mis bailarines y empiezo a dar forma a lo que llevo pensando mucho tiempo, es más fácil, más divertido.1

La música en este sentido es la verdadera fuente de inspiración y el germen de donde surge el movimiento. Las ideas musicales las traduce a la danza a su propio lenguaje, dando a cada nota una forma corporal y utilizando las gradaciones dinámicas de la música para crear a su vez distintas dinámicas en el movimiento.

Mi inspiración siempre ha sido la música, cada nota, el carácter […]. Para mí la música es muy importante, me documento mucho acerca de la época. Si volviera a nacer me hubiera gustado ser músico […]. La música es, para mí, el arte más sublime.

María del Mar Bonet, que también hace acto de presencia en el film, en alguna ocasión ha comentado la emoción que le produjo ver Jardí Tancat por primera vez, y la fascinación que le provoca el tratamiento coreográfico que realiza Nacho de las canciones de trabajo de Mallorca que ella canta a capela, explicando que “son cantos que forman parte de nuestra tradición mallorquina más antigua […] Quedan pocos rincones en el campo de Mallorca en los que se conserven las tareas del ámbito de los payeses como eran no hace más de cuarenta o cincuenta años”. Deja muy claro con las siguientes palabras la fuerte relación de Nacho con la música cuando afirma: “Sabía que mis canciones nacían con ritmo, pero cuando lo percibí de verdad fue el día que Nacho Duato las bailó”.2

Por otro lado, Duato también se ha sentido inspirado por un tipo de bailarín concreto para sus piezas, como por ejemplo en Cor Perdut, que fue creada para Catherine Allard,3 lo que influyó bastante en la concepción de la misma. Más tarde ha sido bailada posteriormente por distintos intérpretes, lo que ha llevado a Nacho Duato a variarla en algunos detalles. Cor perdut es un paso inspirado en la canción Bir Demet Yasemen en la versión catalana que María del Mar Bonet elaboró a partir de un tema con matices tradicionales del armenio M.J. Berberian. Fue un regalo que Nacho Duato, quien ya había utilizado su música para dos coreografías anteriores –Jardí Tancat y Arenal– quiso hacerle a María del Mar. Pertenece a su primera época, en la que sus coreografías tienen mucho que ver con la tierra, con sus raíces, con un ambiente más mediterráneo.4

En Danse la danse el propio Nacho Duato nos acompaña en un breve recorrido por parte de su obra, y destaca una de las piezas que mejor muestran su gran interés por coreografiar la música de los grandes compositores de la historia de la música como en Multiplicidad / Formas de silencio y vacío (J. S. Bach, 1999), de la cual nos explica en el film:

Cuando compuse con la música de Bach me daba miedo meter mis manos torpes en el trabajo de un músico tan sublime, y casi le pedí permiso para hacer la coreografía, imaginándome si a Bach le gustaría y estaría de acuerdo con lo que iba haciendo.

Podemos citar entre otras obras de esta época Na floresta (Villalobos, 1990), Rassemblement (Bissainthe, 1990), Duende (Debussy, 1992), Por vos muero (música española de los siglos XV y XVI, 1996). Cuando Nacho Duato empezó a crear coreografías para el American Ballet se encontró con un tipo de bailarines muy distinto, lo cual tuvo bastante repercusión en su estilo, como podemos ver en Without Words que fue estrenada por el American Ballet Theatre en el City Center de Nueva York en 1998, bailado entre otros por Ángel Corella y Vladimir Malajov. La música consta de seis Lieder de Franz Schubert: Der Müller und der Bach, An die Musik, Lied der Mignon, Heiden — Röslein, Litanei auf das Fest Allerseelen, and Du bist die Ruh, transcritos para chelo por Mischa Maisky.5 En épocas posteriores la temática de sus piezas cambió hacia un mundo más introvertido, a raíz de la muerte de su hermana, tratando temas como el de la muerte o las drogas, el caso de White Darkness (Karl Jenkins, 2001), Cobalto (Pedro Alcalde / Sergio Caballero, 2009) o Herrumbre (David Darling, 2004).

La influencia de Duato está muy presente en la formación de las nuevas generaciones de bailarines, constituyendo su repertorio, junto con el de Mats Ek, Kylian y Forsythe, entre otros, parte importante del contenido de los planes de estudio de la relativamente joven Especialidad de Coreografía e Interpretación en la línea de clásico y contemporáneo de los estudios superiores de danza en Madrid. Virginia Valero, Miembro del Consejo Nacional de la Danza Directora del Conservatorio Superior de Danza de Madrid “Mª de Ávila”, ha formado a alumnos que han sido prestigiosos bailarines de importantes compañías y en la actualidad forman parte del equipo docente. Es el caso de Héctor Torres,6 ex-bailarín de la Compañía Nacional de Danza y actual profesor en el CSDMA de técnica clásica, y de repertorio de Nacho Duato, nos brinda las siguientes palabras: “La danza es coordinación y musicalidad unida a la técnica”.7 Nos explica cómo la utilización de los diferentes acentos musicales es fundamental para desarrollar distintos tipos de trabajo muscular así como la expresión artística: “Virginia Valero ha sido siempre muy musical impartiendo sus clases, y nos enseñaba a coordinar la música con el movimiento, con Nacho Duato tuve la oportunidad de ampliar y desarrollar esa facultad que siempre tuve desde pequeño”. El trabajo constante de la musicalidad es algo que debe estar integrado en la formación del bailarín, ya que le dota de grandes posiblidades técnicas y expresivas.

La Compañía Nacional de Danza ha resultado durante la dirección de Nacho Duato un punto de enlace entre escuela, vida profesional como bailarín y posterior cantera de profesores de las nuevas generaciones. Durante más de veinte años ha sido reconocida como una de las compañías de referencia internacional, y en este sentido hay que tener en cuenta que una compañía de danza puede constituirse como un medio para difundir la realidad cultural de un país. En el caso de España, en el que tradicionalmente la consideración social y cultural de la danza ha sido bastante limitada es necesaria una política cultural en la que la danza esté contemplada como parte importante de una proyección hacia el exterior, pero también como sustrato social, para que poco a poco poder ir construyendo una base cultural importante en la que la danza esté contemplada y reconocida. En esta tarea la Compañía Nacional de Danza la CND ha dado un paso muy importante para crear una identidad propia tanto a nivel nacional como en el extranjero y tiene un alto potencial como medio de difusión de las diferentes realidades de la danza que tienen lugar en nuestro país, ya que nos hace presentes y nos representa por todo el mundo.

Ana Rodrigo de la Casa

1 Todas las citas del presente artículo están transcritas por la autora a partir del film Danse la danse.

3 Cor Perdut fue creada para la Nederlands Dans Theater en el año 1989, pero se incorporó al año siguiente al repertorio de la Compañía Nacional de Danza, interpretada por Catherine Allard y por Nacho Duato.

4 Información de Eva López Crevillén.

5 Datos extraídos de la página web http://nycdancestuff.wordpress.com/2013/03/23/nacho-duatos-without-words/.

6 Héctor Torres es profesor de Técnica Clásica y de Repertorio de Nacho Duato, junto a Eva lópez Crevillén.

7 Entrevista personal realizada a Héctor Torres el 26 de abril de 2013.

Publicado en mayo/junio 2013

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