Cada día que no bailo es un día perdido

Crítica
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“Cada día que no bailo es un día perdido”, F. Nietzsche

Danza, investigación y educación

Con motivo de la celebración del I Congreso de Danza, Investigación y Educación organizado por la Facultad de Ciencias de la Educación de Málaga en 2012, la editorial Libargo ha publicado las actas del mismo este febrero de 2018.1

La publicación se estructura en dos grandes secciones: una histórica, que a su vez se divide en dos bloques “Danza y literatura” y “Danza, teatro, ópera y cine”–, y otra didáctica que también se divide en dos –“Enseñanzas obligatoria, universitaria y adultos” y “Enseñanza académica y profesional”–. Es en la segunda donde encontramos más artículos, mientras que la parte histórica es mucho más escueta.

Es sabido que en España la investigación sobre danza no cuenta con una tradición científica consolidada en comparación con otras manifestaciones culturales. Si analizamos a los autores de cada uno de los artículos de la publicación, destaca la escasa participación de musicólogos, dato que refuerza la idea de que la musicología española no ha trabajado dicho campo. En la sección histórica predominan autores que se dedican profesionalmente a la danza, como bailarines y coreógrafos, aunque es notable la presencia de historiadores del arte, como Clara Romero Godoy o Isabel María Alba Nieva. Es curioso que sí se puedan encontrar diversos análisis de la música que tiene como función acompañar a la danza; es decir, de ballets y suites, aunque suelen dejar de lado el objetivo de la música: la danza.

Y es que las investigaciones relacionadas con danza en la actualidad están, en gran medida, enfocadas a la didáctica, como se observa en las actas del presente congreso. A día de hoy podemos ver cómo se está comenzando a crear un acercamiento a esta disciplina artística, aunque en entornos de divulgación y poco científicos. Aun así, dentro de la musicología española se van abriendo varios núcleos de investigación que promueven su estudio, como certifica la reciente creación de la Comisión de Danza de la Sociedad Española de Musicología. También se encuentran en aumento la celebración de congresos como el que aquí tratamos y el número de tesis doctorales defendidas en los últimos años en universidades españolas.

En cuanto a la parte didáctica, la mayoría de los autores provienen de magisterio por la rama de educación física y deportiva o de música y movimiento, pero no encontramos tampoco a musicólogos. Cabe destacar que, aunque la presencia de la danza en los diferentes ámbitos de la sociedad y la cultura es un hecho comprobado a lo largo de la historia, su alcance en la educación no ha sido muy prolífico hasta bien entrado el siglo XX, como demuestra el estudio realizado por el Minnesota Center for Arts Educationa finales de los años 80. En él, la investigadora y profesora en música y educación Marie McCarthy señala dos razones, principalmente, que han mantenido a la danza en un segundo plano: el primero son las connotaciones negativas y varios estereotipos que se le han impuesto, prohibiéndose en diversas religiones, incluyendo la católica; por otro lado, la consideración de la danza como una actividad femenina, al haber estado integrada en la educación de la mujer durante años.2 En las actas de este congreso, no obstante, se observa cómo va evolucionando la sociedad: los nuevos investigadores, pedagogos, bailarines y estudiosos son conscientes de la importancia de la danza en la educación integral de los niños.3

Otros de los motivos por los que la danza ha tenido problemas dentro de los sistemas de educación podría ser la falta de formación del profesorado, la poca valoración de la danza como materia de aprendizaje, o la ausencia de espacios en los centros de enseñanza, aparte de la ya mencionada discriminación de género. Debemos destacar la unión de los departamentos de educación física y de música y movimiento en nuevas propuestas educativas. Esta idea se ve reflejada en el artículo de Susana Pérez, Nuria Batlle y Gal Gomila, quienes argumentan que el intercambio de conocimiento entre docentes permite mostrar la diversidad y riqueza de las distintas disciplinas. Además, esta alianza muestra la importancia de la enseñanza artística y de la danza para la educación en identificación y control de los sentimientos, asignatura pendiente en el sistema educativo actual.

Continuando por el tema de la educación y centrándonos, principalmente, en la enseñanza obligatoria, pasamos al artículo de María del Mar Ortiz Camacho, donde se intenta contestar a las preguntas “qué enseñar”, “cómo enseñar” y “para qué enseñar”. Si realizamos un análisis de la legislación educativa a través de los años, tal y como hace María del Mar Ortiz, observamos que la inclusión de contenidos curriculares basados en el cuerpo y el movimiento ha ido avanzando: desde atender sólo los aspectos higiénicos y médicos a la expresión corporal, aunque esto último ha llegado a nuestro sistema educativo hace relativamente poco.

Con la instauración de la LOMCE a nivel curricular dentro de la Educación Primaria la danza queda integrada de manera obligatoria en la Educación Física y de forma optativa en la Educación Artística. Y en cuanto a la Educación Secundaria Obligatoria, la danza ha desaparecido prácticamente de la música; habiéndose reducido sólo a la Educación Física.

Por otro lado, en el artículo de Eva Navas Fernández y Olga López Martínez, “El flamenco como herramienta educativa para el desarrollo de las competencias básicas de la Educación Secundaria Obligatoria. Experiencias transversales en la Escuela de Enseñanzas Secundaria y Artística”, se aprecia un modelo que contextualiza la danza flamenca aunándola con la Lengua Castellana y con la Historia, asignaturas troncales dentro de la ley de educación vigente. Mediante la evaluación del proyecto las autoras constatan que los alumnos que trabajan un mismo tema desde diferentes puntos de vista muestran un aprendizaje más eficaz y fijan mejor los conocimientos adquiridos; afianzan la memoria de trabajo. Defienden el cambio docente hacia una mirada más práctica y menos magistral, o, en otras palabras, afirman que el alumno debe aprender de forma procedimental y analítica, con el fin de que adquiera una visión crítica de lo que aprende.

Para concluir, sólo añadiremos que quizás con la creación del grupo de trabajo sobre danza por parte de la Sociedad Española de Musicología, con congresos y jornadas de este tipo y con el interés del personal docente, coreógrafos, bailarines, historiadores de arte y musicólogos, el papel de la danza en el mundo de la investigación se verá ampliado, y permitirá dar a conocer tanto las danzas tradicionales del país como los ballets y las nuevas formas de enseñanza, tanto en la educación obligatoria como en la educación académica y profesional.

En los últimos años la danza ha ido teniendo cierta presencia en la educación, aunque sus aportaciones a nivel social, físico, intelectual y estético no han tenido la repercusión esperada debido a dos factores: primero, sigue considerándose como una actividad femenina; y segundo, persiste una escasa preparación por parte del profesorado y los centros siguen sin tener los recursos y medios necesarios para su práctica.

Cristina Serra de Torres

1 El proyecto ha estado coordinado por: Ana María Díaz Olaya, licenciada en Historia y Ciencias de la Música y Diplomada en Educación Musical por la Universidad de Granada –investiga sobre música y danza, con enfoque tanto didáctico como histórico y, además, desde el 2012, es directora técnica del Congreso Internacional Música, Danza y Educación–; Pedro Ordóñez Eslava, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Granada y guitarrista flamenco por el Real Conservatorio Superior de Sevilla, actualmente profesor de la Universidad de Granada y director de la Cátedra Manuel de Falla; Ana María Sedeño Valdellós, doctora del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga –en la actualidad coordina el Programa de Doctorado Comunicación y Música del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Málaga–; y Gregorio Vicente Nicolás, profesor de la Facultad de Educación de Murcia –desarrolla su labor profesional en el Departamento de Expresión Plástica, Musical y Dinámica–.

2 McCarthey, Marie. “Dance in the Music Curriculum”, Music Educators Journal,82, 6 (1996), pp. 17-21.

3 Vicente Nicolás, Gregorio; Ureña Ortín, Nuria; Gómez López, Manuel & Carrillo Vigueras, Jesús. “La danza en el ámbito educativo”, Retos. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación,17 (2010), p. 43.

Bibliografía

Barrios Peralbo, Mª Jesús. “La didáctica en la danza española. Una propuesta metodológica y aplicación práctica para la clase de folklore en el grado profesional de danza”, Danzaratte: Revista del Conservatorio Superior de Danza de Málaga,7 (2011), pp. 17-22.

Ferreira Urzúa, Mariela A. “Un enfoque pedagógico de la danza”, Educación física,268 (2009), pp. 9-21.

Gaillard, Valèria. “Artes. La danza clásica, el mejor antídoto”, La Revista del Foment,2 (2017), pp. 72-73.

Ley Orgánica 8 (2013, de 9 de diciembre). “Para la mejora de la calidad educativa” (LOMCE), BOE nº 238,de 10 de diciembre de 2013.

Mc. Carthey, Marie. “Dance in the Music Curriculum”, Music Educators Journal,82, 6 (1996), pp. 17-21.

Perozo Limones, Ana Rosa. “Pastora Imperio, una bailaora de raza, de arte”, Danzaratte: Revista del Conservatorio Superior de Danza de Málaga, 6 (2009), pp. 24-27.

Real Decreto 1105 (2014, de 26 de diciembre). “Por el que se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria”, BOE nº 3,de 3 de enero de 2015.

Real Decreto 126 (2014, de 28 de febrero). “Por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria”, BOE nº 52,de 1 de marzo de 2014.

Vicente Nicolás, Gregorio; Ureña Ortín, Nuria; Gómez López, Manuel & Carrillo Vigueras, Jesús. “La danza en el ámbito educativo”. Retos. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación,17 (2010), pp. 42-45.

Publicado en abril 2019

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