Y sin embargo se mueve. Krahe + Galileo

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“Y sin embargo se mueve”. Krahe + Galileo

Compañeros y amigos perpetúan la sonrisa de Javier Krahe con un homenaje en Madrid

Homenaje a Javier Krahe. Domingo 20 de noviembre de 2016. Sala Galileo Galilei, Madrid.

Gracias a mi conducta vagamente antisocial?
temo no verme nunca encaramado a un pedestal:?
no alegrará mi efigie el censo de monumentos,?
no vendrán las palomas a rociarme de excrementos.?

Y es una pena, la verdad,?
porque sería muy bonito?
seguir de adorno en mi ciudad?
sobre un bloque de granito.?

Pues qué penita y qué dolor,?
no tendré estatua, no señor.”

Javier Krahe ha muerto …y todo es vanidad. Ya lo decía el título del álbum que allá por el 2004 rendía tributo al entonces sexagenario cantautor, título que fue tomado de una de sus canciones más esclarecedoras en cuanto a su posición vital como artista.

Pues bien, Javier ya tiene una estatua en la localidad coruñesa de Boiro y es, a pesar de sus esfuerzos, eterno. El homenaje que le faltaba se le rendirá el 20 de noviembre en Madrid. Porque esto ya no es sólo vanidad. Es su ciudad, con la que vivía el más apasionado de los romances, la que le añora. Es su sala, la Galileo Galilei, donde actuaba una vez al mes, la que servirá de templo propiciatorio. Y es su banda, que le ha acompañado durante más de treinta años, la que organiza el evento como “acto debido a tanta gente que hizo de Krahe su principal referente musical y humano”. Un homenaje tan calculado como las letras de sus canciones.

Porque, en definitiva, ha ocurrido lo que tenía que ocurrir y los huérfanos de Krahe queremos sentirle de nuevo en el escenario y a mitad de concierto volver a presagiar el placer de haber aprendido.

Y para acompañar a su sombra, a la memoria de una vida brillante, de una inteligencia preclara, se han reunido veinte artistas: los que le querían como amigo, los que le admiraban y, en definitiva, los que tras casi año y medio de ausencia –a-ño y me-dio, cinco sílabas– aún le necesitan.

Y es tal el elenco encargado de regalarnos tres horas de música, historias y agudezas que es difícil decidir por cuál comenzar. Pero como hay que escoger, por qué no empezar por Joaquín Sabina, que compartió sus inicios en los escenarios con Krahe –“su hermano, su cuate”– en La Mandrágora que, a pesar de su corta existencia, es una referencia de la canción y a buen seguro generó un excelso anecdotario. Sus caminos musicales comenzaron contiguos pero pronto tomaron distancia, pues Sabina creció en público y éxito y Krahe, no corto de éxito, sostuvo un público de sala siempre fiel.

También participarán en el concierto tres amigos y socios que fundaron junto con Krahe y otros compañeros la discográfica 18 Chulos. Chulos como Pablo Carbonell, admirador declarado de Krahe que escuda su propuesta musical en el humor y el delirio, pero también en el mimo y la delicadeza. Sus últimas composiciones se han ido aproximando al estilo del maestro. Chulos como El Gran Wyoming, mordaz e irreverente como ninguno. Posee un talento especial para el humor que elevó y enlazó con el piano del Maestro Reverendo durante 30 años. Sus ocupaciones actuales todos las conocemos, pero no deja atrás su faceta musical con Los Insolventes quizá la menos notoria actualmente. Y por último, un chulo como Pepín Tre, artista hilarante y polifacético, que detrás de un aspecto desbarrado esconde un cantante, un compositor, un actor y un cómico de inconmensurable talento. Sin embargo, él mismo bromea con incluir el fracaso como una de las bellas artes por sus idas y venidas profesionales.

Estarán igualmente los cantautores Javier Ruibal, Pi de la Serra, Alex “Guitar” García y Dani Flaco. Los artistas flamencos Tomasito, cantante y bailaor, y Carmen Linares, una de las mejores conocedoras del flamenco y con sobresaliente voz para la disciplina; los músicos Francisco Simón y Juan Manuel Ruiz Pardo, el dúo Barahunda y los cantautores Kamankola y Maleso. Sin olvidar a dos humoristas habituales en las televisiones y radios españolas, también asiduos en Galileo, Quequé y Eva Hache.

Y por supuesto, los sublimes músicos que componen el Trío de Krahe: Javier López de Guereña, quien irónicamente ha manifestado que llegó a la banda para hacer un “beneficio a la humanidad” consistente en que Krahe dejara de tocar la guitarra. Tras la muerte de Javier, ha dedicado su primer álbum como cantautor, Baile de lágrimas, al maestro. Fernando Anguita, fantástico contrabajista retratado por su compañero López de Guereña como “concienzudo, tenaz y serio en el trabajo” y Andreas Prittwitz, clarinete, saxofón y flautas, definido por sus compañeros como “un hombre perfecto”.

No hay que olvidar que este acto también sirve de presentación del libro cancionero del homenajeado, Javier Krahe. Zozobras completas. Posee el “todo” de Krahe y además cuenta con un texto de El Gran Wyoming, prólogo de Tomás y Valiente y tres sonetos dedicados de Sabina.

En fin, poco más se puede decir de este concierto. Mientras reímos sus fábulas y lloramos su ausencia, en Madrid también celebraremos su música y su forma de contárnosla al grito de “Krahe ha muerto, ¡que viva Krahe!”.

Nuño Blanco Rodríguez y Diego Martín Fuentenebro

Fotografía de portada: El País.

Publicado en febrero 2016

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