y el jazz lo cambió todo
Historias curiosas del jazz, Lawrence Lindt, Editorial Robinbook Ma non troppo (2011), ISBN: 978-84-15256-18-2
Historia del jazz clásico, Frank Tirro, Editorial Robinbook Ma non troppo (2007), ISBN: 978-84-96222-96-0
Guía universal del jazz clásico, Josep Ramón Jové y Javier de Castro, Editorial Robinbook Ma non troppo (2012), ISBN: 978-84-15256-31-1
¿Qué lugar ocupa el jazz en nuestras vidas? Sin ninguna duda más de lo que creemos. Nuestras cabezas están llenas de melodías de jazz que hemos escuchado en algún momento aunque no las creyéramos como tales. ¿Quién no ha tarareado alguna vez “When the Saints Go Marching In”, auténtico éxito en las “orquestas” de flauta dulce de los colegios? Pues bien, con el tiempo este góspel se ha convertido en estándar del denominado jazz funeral, es decir, de aquella música que a ritmo de jazz acompaña al ataúd hasta el cementerio. Por otro lado, ¿quién es capaz de contenerse y no echar a bailar ante los primeros compases de “In the mood”? “In the mood” pertenece a la era del swing, popularizado por la orquesta de Glenn Miller hasta que su avión se perdió sobre el Canal de la Mancha y también es jazz. Pero ambos no son solo más que dos de los estándares más conocidos del jazz más clásico y lo cierto es que podríamos seguir largo y tendido citando ejemplos. Imposible decir que no nos gusta el jazz, sería como decir que no nos gusta la música, así en general. Con más de un siglo de existencia y una evolución y confluencia de estilos imparable, el jazz tiene algo para cada uno: desde aquellas spasm bands de finales del siglo XIX bandas formadas por músicos cuyos instrumentos habían sido creados por ellos mismos con tuberías o cajas de té el jazz ha evolucionado de forma vertiginosa, así que si no nos gustan sus inicios en el blues o el ragtime, nos gustará el swing o el boogie-woogie, disfrutaremos de la elegancia de orquestas como la de Duke Ellington o de las voces aterciopeladas de cantantes como Ella Fitzgerald, y si el cool jazz no nos satisface quizá lo hagan los ritmos del be-bop o el hard–bop, para los musicalmente más inquietos el jazz modal o los más experimentales como Sun Ra y de ahí en adelante.
Aquello que confesara Luis Cernuda podría ser aplicable al jazz, como a otras tantas cosas: Si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. Y para ayudarnos en la tarea fascinante de introducirnos en este mundo nada mejor que un libro como el del periodista y escritor Lawrence Lindt, quien con sus Historias curiosas del jazz trasciende lo puramente anecdótico con un texto sumamente estimulante, imposible de leer sin echar mano a un lápiz y un trozo de papel para tomar nota de todos aquellos nombres sobre los cuales nos apetece saber más o cuya música querremos escuchar de inmediato. Si bien el texto necesitaría alguna revisión por los errores gramaticales que se deslizan por sus páginas, leídas unas pocas de éstas enseguida se convierte en uno de esos libros imposibles de soltar, de aquellos que llevamos a la parada del autobús montándonos en éste sin despegar la vista pese al peligro evidente de equivocarnos y dejarnos llevar al otro lado de la ciudad. En el mejor estilo del mítico Historias de la Historia de Carlos Fisas, el de Lindt es el mejor libro para picar la curiosidad y saltar a algo más ambicioso, como la Historia del jazz clásico de Frank Tirro. Ideal para profundizar en el tema, bien sea leído del tirón o consultado puntualmente, el libro de Tirro resulta muy completo ya que incluye entre sus apéndices unas guías de audición de importantes estándares, transcripciones de solos para aquellos que se atrevan a emular a los grandes, una discografía seleccionada, bibliografía y un interesante glosario. Que no se amilanen los aspirantes a entendedores del jazz, el texto de Historia del jazz clásico del cual existe también una edición posterior sobre jazz moderno del mismo autor es sencillo y comprensible hasta para los menos duchos en las materias musicales. Y llegados a este punto, ¿por qué no profundizar un poco más? Para todos aquellos que quieran ir un poquito más allá, Robinbooks acaba de sacar al mercado la Guía universal del jazz clásico de Josep Ramón Jové y Javier de Castro. Si hubiera que definir este libro en una sola palabra sería la de “práctico”. Cualquiera de aquellos nombres que con la lectura de Lindt nos intrigaban puede ser consultado en esta guía de una manera rápida y eficaz. A las entradas biográficas por orden alfabético se les unen los apartados dedicados a los distintos instrumentos y, sobre todo, numerosas fotografías además del consabido glosario tan necesario cuando se alude a aspectos técnicos.
Como relata Lindt en sus Historias curiosas del jazz, el 22 de junio de 1922 apareció un artículo en el New York American titulado “El jazz, motivo de perdición”:
El desastre moral se cierne sobre centenares de muchachas americanas sometidas al efecto desquiciante, patológico y lascivo de la música de jazz. [ ] Solo en Chicago más de un millar de mujeres han sido víctimas del jazz en los dos últimos años.
Esta música neurótica e insidiosa que acompaña al baile moderno se cobra sus víctimas tanto en las pequeñas ciudades rurales como en la metrópolis, en los hogares pobres como en las mansiones acomodadas. Esta música degradante ya no es reducto de tugurios de mala reputación, sino que se ha extendido a las fiestas escolares, a los hoteles de lujo y a los círculos de la alta sociedad.
¿Quién puede resistirse a algo tan tentador?
El propio George Bernstein dijo en una ocasión: Terminó la Primera Guerra mundial y a la música americana le había pasado algo nuevo y muy especial: había nacido el jazz, y el jazz lo cambió todo. ¿Porqué no dejar que el jazz entre en nuestras vidas?
Ana M. del Valle Collado
Publicado en octubre 2012