Wagner en bicicleta

Crítica
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Wagner en bicicleta

Visita de Richard Wagner a Burgos de José “Pepín” Bello en Publicaciones de la Residencia de Estudiantes

Visita de Richard Wagner a Burgos, José “Pepín” Bello, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes (2009), ISBN: 978-84-95078-71-1

Resulta más necesario que nunca, con estos tiempos que corren, reivindicar el sueño, el sentido del humor, de escándalo, de provocación y de juego propios del surrealismo. Más necesario que nunca el reivindicar la figura de José Bello Lasierra (Huesca, 1904 – Madrid, 2008), conocido como Pepín Bello, y su importante papel en la vanguardia surrealista española, en cuya expansión y desarrollo la Residencia de Estudiantes de Madrid tendría una importancia esencial. Más que nunca necesitamos soñar. Soñar con un Wagner delirante que, casi setenta años después de muerto, a invitación de Bello realiza un imaginario viaje al burgalés pueblo de Castañares. En divertidísima carta dirigida al arquitecto Alfonso Buñuel (hermano del que fuera fundador del surrealismo cinematográfico, Luis Buñuel), atendemos a las peripecias y extrañas aficiones del alemán en su visita a Pepín Bello. El Wagner del “arte total”, el que llevaría a extremos insuperables la función dramática de la instrumentación, creyéndose elegido por Dios para restaurar el teatro lírico alemán, aquel que explotaría las posibilidades expresivas del cromatismo, ese Wagner, que nunca había estado España pese a que el interés en nuestro país y en la obra de Calderón de la Barca nunca le habría abandonado, se habría paseado por Castañares en bici de niño –ya que los pies no le llegan a los pedales en una de adulto–, con acento baturro habría citado al autor de éxitos como “Cocinero, cocinero” o “Soy minero”, a Daniel Montorio, como uno de sus compositores favoritos del momento, y habría acudido al cine a ver el filme “¡A mí la Legión!” de Juan de Orduña… entre otras cosas.

El texto de Bello, de la escasa producción de uno que nunca quiso ser escritor, viene magníficamente escoltado por una introducción, notas y un interesante apéndice, “Wagner: el arte total” escritos por Andrés Ruiz Tarazona que, ¡gran sorpresa!, resulta ser familiar de Pepín. Con la delicadeza y buen gusto habituales en las ediciones de la Residencia de Estudiantes de Madrid se presenta este libro, de pequeño formato –y precio– pero enorme contenido. Delicioso.

Ana M. del Valle Collado

Publicado en octubre 2012

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