La magia de la música antigua en Zamora

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La magia de la música antigua en Zamora

Ondas sonoras del Medioevo, Renacimiento y Barroco reverberadas en las paredes de un templo del siglo XII

CNDM, Festival Internacional de Música “Pórtico de Zamora”. Forma Antiqua, Xavier Díaz Latorre, Les Ars Florissants, Christophe Rousset, Tasto Solo. Iglesia de San Cipriano, Zamora, 4-6 de marzo de 2016.

El día 4 de marzo comienza una de las citas más especiales de la música antigua en España: el Festival Internacional de Música “Pórtico de Zamora”, que anualmente durante un fin de semana, ofrece conciertos de algunos de los intérpretes más reputados en las músicas históricas. Se celebra en la iglesia románica de San Cipriano, un lugar evocador y agradecido para el repertorio antiguo.

Desde siempre la música ha estado muy relacionada con el espacio para el que era compuesta y donde se interpretaba; nuestra escucha puede cambiar mucho según el entorno donde las vivamos. Posiblemente ese sea el gran punto de interés de este festival frente a otros: el espacio, la iglesia de San Cipriano, se convierte en el gran protagonista. Los sonidos que se emiten entran en directa relación con los capiteles, bóvedas, y resto de elementos arquitectónicos, creando momentos realmente mágicos. En este sentido, el laúd y en general los instrumentos de cuerda pulsada agradecen estos espacios.

Esta edición del festival será inaugurada por el grupo Forma Antiqua, liderado por Aarón Zapico, con el programa “Crudo Amor” dedicado a la música de Agostino Steffani (1654-1728), compositor que goza de un momento de redescubrimiento: la temporada pasada pudimos disfrutar de su ópera Niobe en el Auditorio Nacional,y recientemente la mezzo-soprano Cecilia Bartoli dedicó su disco Misión a arias de óperas de este compositor. Tanto cronológica como estilísticamente Steffani se sitúa en un periodo de transición entre el estilo operístico de Monteverdi o Cavalli debido a la importancia que tiene el bajo continuo y el tratamiento vocal, y la ópera sería de Handel o Vivaldi, con una presencia cada vez mayor de las cuerdas. Las voces del contratenor Carlos Mena y la soprano María Eugenia Boix interpretarán junto con Forma Antiqua dúos de cámara, con el acompañamiento únicamente del clave, chelo y cuerda pulsada, un repertorio más apropiado para la acústica de la iglesia que, por ejemplo, arias operísticas.

El sábado 5, día central del festival, contará con tres conciertos de altísima talla. Comenzará con el recital del laudista Xavier Díaz Latorre con un programa dedicado a música para laúd barroco. Latorre es uno de los pocos laudistas en España que tañen el este instrumento, que consta de un repertorio amplísimo que abarca desde el barroco temprano de la familia de los Gaultier hasta el contraputo más complejo de Johann Sebastian Bach. En este programa abordará arreglos de suites de Telemann, Vonwesthoff o Bach, con la famosa Chacona en Re menor, original para violín, pero con una versión de la época para laúd.

El punto culminante del festival será la actuación de Les Ars Florissants, dirigidos en su versión a capella por el tenor Paul Agnew, presentando un programa de madrigales tempranos –de sus primeros tres libros– de Claudio Monteverdi. Estas obras, todavía situadas en la época de la prima prattica, es decir, las reglas y prácticas polifónicas que venían realizándose desde la primera mitad del siglo XVI, probablemente son más agradecidas en la acústica de San Cipriano. También lo son los madrigales más tardíos del compositor cremonés, cuyas disonancias se aprecian más en un sitio sin tanta reverberación. Algunos madrigales que interpretará el conjunto francés, como Ch’ io non t’ ami,contienen características tanto de la polifonía anterior como de las disonancias y la seconda prattica.

La “fiesta barroca” del sábado 5 continúa con un recital nocturno llevado a cabo nada más y nada menos que por Christophe Rousset, el prestigioso clavecinista, director y fundador del conjunto Les Talents Lyriques. Interpretará piezas de Forbeger, Böhm o J. S. Bach, realizando un viaje por la escritura germana clavecinística, culminando el concierto con la oscura y compleja Sonata en Re Menor C. P. E. Bach, en el estilo Strum und Drang.

Para cerrar, la última jornada tendrá como único concierto el del grupo especializado en música medieval Tasto Solo, más relacionado cronológicamente, y geográficamente, con la iglesia de San Cipriano. Se interpretarán fragmentos de códices que se conservan en el Archivo de la Catedral de Zamora y que son idénticos a algunos fragmentos del Códice de las Huelgas, junto con obras provenientes de manuscritos de la Catedral de Sigüenza o el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. Se recreará el ambiente que podía haberse dado en la iglesia de San Cipriano en la época en la que se construyó, no sólo con voces, sino con instrumentos de tecla medievales (el clavisimbalum o el organetto, entre otros) que son pilar fundamental para el grupo español liderado por Guillermo Pérez.

Sin duda alguna, será un festival en el que se podrá disfrutar de la magia de la música antigua, en un entorno tan adecuado como es la iglesia de San Cipriano, con intérpretes de altísimo nivel y programas de variada índole, pero que conectarán con el público asistente y el entorno, creando momentos muy especiales.

Pablo FitzGerald

Fotografía: www.artehistoria.com

Publicado en octubre 2015

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