El arte de la ópera
El arte de la ópera
El vino y la música alegran el corazón, y por encima de uno y otra está el amor a la sabiduría
Historia de la ópera, Gabriel Menéndez Torrellas, Akal, 2013, ISBN: 978-84-460-3186-4.
El vino y la música alegran el corazón, y por encima de uno y otra está el amor a la sabiduría (Eclesiástico 40,20)
Afrontar la empresa de escribir una historia de la ópera hoy en día es tarea ardua por varias razones. La primera, por el prejuicio que existe de que la ópera es un género musical pretérito, condenado a desaparecer. La segunda, porque en España erróneamente se ha creído que la ópera era un género extranjero, exclusivo de los italianos o los alemanes, negando la existencia de una ópera genuinamente española.
Para rebatir la primera idea nos aferramos a los datos de los principales teatros de ópera de España que dicen lo contrario; y si no, que cualquiera intente hacerse con un abono en el Teatro Real de Madrid o en el Liceo de Barcelona. Y es que las programaciones se han renovado, se han adaptado a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades de los espectadores. Hoy, en pleno siglo XXI, podemos afirmar que la ópera gusta a todos los públicos.
Si repasamos la literatura musicológica sobre ópera española vemos que el segundo motivo no tiene ni pies ni cabeza, ya que tenemos una larga tradición operística. Por esta razón, por la historia que nos ampara, podemos y debemos escribir sobre la ÓPERA con mayúsculas.
Así que aplaudo la iniciativa del autor y de la editorial como todos los lectores que van a disfrutar con su lectura de acercarnos a una nueva historia de la ópera. Digo nueva, porque no se puede publicar otro libro sobre este género sin esperar que sea algo distinto de la vasta bibliografía que existe ya sobre este tema. Y el autor va más allá del relato del éxtasis amoroso de Tristán e Isolda, de los celos sin límites de Otelo o del amor incondicional de Tosca.
Destacaría en primer lugar que se trata de un libro eminentemente pedagógico, escrito por un profesor con una amplia experiencia docente en el tema y asequible para todo tipo de lectores. El libro está dividido en cuatro partes, separadas en los cuatro siglos que abarca la ópera, desde el XVII hasta el XX, y dentro de cada una de ellas se engloban las diversas corrientes y autores. Nos presenta a los compositores más relevantes de cada momento, desgranando a través de las partituras más significativas lo novedoso de cada una de ellas. Pero también abarca el estudio del libreto y del libretista con el fin, en palabras del autor, “de llegar al punto donde se encuentran el teatro y la música”.
Como ejemplo, ya que este año 2013 comparten bicentenario, comentar el capítulo referente a “La ópera italiana y alemana en la tercera fase del romanticismo: paralelismos divergentes entre Giuseppe Verdi y Richard Wagner”. ¿Por qué unir a estos dos autores cuando siempre se les ha separado, incluyendo al primero como colofón del italianismo de Bellini y Donizetti y al segundo como renovador de la ópera alemana? La razón es, como dice el autor, que se puede aprender tanto de las semejanzas como de las diferencias, porque tienen tanto en común como de antagónico: los dos son punto culminante de un periodo operístico desarrollado en Italia con Bellini y Donizetti, en Francia con la grand opéra de Meyerbeer y en Alemania por Carl Maria von Weber; los dos vivieron unos acontecimientos políticos e históricos similares que afrontaron de diferente manera y que darían lugar a géneros tan diversos como el Musikdrama wagneriano o el dramma musicale de Verdi; y por último, los dos utilizaron un nuevo lenguaje que les convertiría en referente para las generaciones venideras.
Como la buena música a las puertas de uno de los grandes templos europeos de la ópera, este volumen emana maestría por los cuatro costados. Y toda esta sabiduría es capaz de condensarla en menos de 600 páginas. Espero que esta obra se convierta en libro de referencia para muchos y tenga tanto éxito de ventas como, me consta, lo ha tenido en la pasada edición de la Feria del Libro de Madrid.
Itziar Lucas de la Encina
Publicado en octubre 2013