El jazz que respira frío

Marcin Wasilewski Trio en el Festival Internacional de Jazz de Madrid

Festival Internacional de Jazz de Madrid. JazzMadrid15. Marcin Wasilewski Trio. Spark of Life Tour 2015. Marcin Wasilewski (piano), Slawomir Kurkiewicz (contrabajo) y Michal Miskiewicz (batería). Madrid, Auditorio Conde Duque. Sábado, 21 de noviembre de 2015.

Hace ya más de una década que, en sí misma, la escena jazzística del norte de Europa circunscribe un capítulo musical propio, un género bien definido, aparte y original que tiene que ver con una visión propia, seguramente climática, de entender la música. Propuestas como las de Esbjörn Svensson o Tord Gustavsen, por citar algunas, dibujan el perfil habitual de formaciones nacidas y maduradas por esas latitudes. Con los elementos más básicos (sobre todo en lo referente a la instrumentación) y tomando como referencia la práctica del mejor jazz de concierto, respiran en el presente abriendo los oídos a la música en su máxima extensión. Mucho más que una moda, este jazz septentrional va camino de convertirse en una tradición como un arte que, por otra parte, camina entre lo culto y lo popular indistintamente.

Concretamente de Polonia han salido varios proyectos punteros ilustrativos de esta vía norteña de hacer jazz. El año pasado el trío de Leszek Mozdzer visitó Madrid, si bien a última hora quedó reducido a pareja, y en unos meses lo hará Tomasz Stanko con su cuarteto dentro del Ciclo Jazz del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Precisamente el trompetista compartió proyecto durante un buen tiempo con los integrantes del Marcin Wasilewski Trio, que comparecieron en la capital durante la recta final de la segunda temporada del Festival Internacional de Jazz de Madrid 2015.

El último vehículo de expresión de Marcin Wasilewski (piano), Slawomir Kurkiewicz (contrabajo) y Michal Miskiewicz (batería), cuyo proyecto cambia de traje, y nombre, de tanto en cuando pero guarda una continuidad de más de dos décadas, actuó el pasado sábado 21 de noviembre en el Auditorio Conde Duque. La sede estable del festival madrileño desde su reciclaje es un espacio que respira una temperatura, una sobriedad e incluso un ascetismo que son compartidos por la música del trío. Uno no deja de sorprenderse de la capacidad que poseen tan sólo tres instrumentos para saturar una sala de conciertos. Pues el trío lo consiguió durante hora y media en la que presentaron su última grabación, Spark of Life (ECM, 2014) y repasaron algunos temas de registros anteriores. El Marcin Wasilewski Trio practica una música callada que se inspira en el pianismo simbolista y flotante de finales del XIX, pero también se atreve a maltratar violentamente acordes con un espíritu casi punk. La balada más intimista se compagina con irreconocibles reinterpretaciones de los Beatles, Police o Björk recorriendo diversos lenguajes que van desde lo más formalista, clásico y contrapuntístico a sonoridades contagiadas por músicas de ámbitos más alejados como el rock.

Pocas expresiones como el jazz, proteico por definición y que actualmente desempeña las funciones de una lengua vehicular para multitud de idiomas y estilos, soportan tan bien el vapuleo. Pero ocurre que, al igual que con los grandes géneros y manifestaciones del arte, la música ha de reinventarse continuamente para sobrevivir. Seguramente por eso no exista jazz nuevo o viejo, sino simplemente fuera de su contexto. La propuesta de Marcin Wasilewski Trio está dentro del suyo tanto temporal como geográficamente: cultivan un jazz racial, a su modo, que respira en un ambiente muy particular, que se nutre del pasado y la tradición, que se inspira en el ecosistema del presente y que apunta sin temor, escrúpulos o prejuicios al futuro. Incluso con los medios más básicos, el jazz soporta lo que le echen. También el frío.

Juan Carlos Justiniano

Fotografía: Mario Muñoz Carrasco
Marcin Wialewski Trio (portada).