Unlimited funky fusion

Crítica
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Unlimited funky fusion

Cory Henry y Cory Wong en las Noches del Botánico. 12-VII-2022.

 

Si hay algo fantástico del inglés es la flexibilidad que tiene para apilar múltiples adjetivos delante de un sustantivo, los famosos cumulative adjectives. Estos adjetivos supuestamente tienen que seguir una disposición establecida para que los nativos no se alteren, o sea aparecer en orden de opinión, talla, edad, forma, color, origen, material y finalidad. Siguiendo estas reglas podemos decir:  

A lovely huge youthful round dark American golden dancing night. 

O sea, una noche de baile adorable, juvenil, redonda, oscura, americana y dorada. Nótese que al traducirla al español pierde cierto impacto porque el sustantivo al que se refiere aparece al principio, de modo que toda la ristra de atributos resulta larga y absurda. En inglés sigue siendo igual de caótica, pero hay cierta expectativa a la espera del sustantivo; parece un pequeño trabalenguas.  

El concierto que ofrecieron Cory Wong y Cory Henry el pasado 12 de julio en Madrid en las Noches del Botánico tenía mucho de este juego del idioma anglosajón. Fue un concierto muy ecléctico, que para ser descrito necesita de una lista de géneros musicales: jazz, soul, gospel, R&B, rock, pop y, sobre todo, funk, mucho funk.  

Cory Wong subió al escenario con una fornida banda de tres saxos, trombón, trompeta, bajo, batería, teclado, y él a la guitarra. Todos aparecieron vestidos de marineros y al son del arranque de “20th Century Fox” tocado por la sección de vientos.  

Y con esto, inició un show de música con mucho groove y mucho baile en la pista. La sonoridad del grupo de Wong fue sin duda impactante: mezcló los vientos metales casi al modo big band con los riffs de guitarra irresistibles de Wong, las líneas de bajo del bajista de Prince Sonny T y los breaks enérgicos de Petar Janjic a la batería.  

Un punto álgido de la noche fue la versión del tan esperado “Assassin”, con ese riff de guitarra de arranque tan emblemático y la melodía rauda de los vientos. La energía que desprende esta agrupación fue contagiosa: Cory Wong corría por todo el escenario, animaba a los solistas de su banda y marcaba las entradas con saltos; los vientos coreografiaban los unísonos y colaron por allí una cita del clásico estándar de big band Take the A Train.  


A mitad de la actuación, justo cuando la luz empezaba a menguar, se incorporó el saxofonista David Koz, con el que Wong grabó Golden Hour en 2021. Con Dave Koz, el sonido de la banda se llenó todavía más, en especial enGetaway car” con el vamp y línea de bajo tan pegadizos que sustenta toda la canción. 

Por último, Cory Wong cerró el concierto con “Dean Town”, del grupo Vulpeck, en una versión con mucho más funk que la original, con solos salteados de los varios componentes a modo de despedida en medio de la aclamación del público.  

La segunda mitad del concierto corrió a cargo de Cory Henry. ¿Cuántas posibilidades había de que se llamaran exactamente igual ambos músicos? 

La propuesta del segundo Cory es más ecléctica: mezcla toques de música electrónica, con el funk, un sonido más ochentero e himnos de gospel.  Desde su órgano Hammon, Cory Henry empezó el concierto con una introducción instrumental muy libre, mostrando toda la creatividad melódica que llamó la atención del público desde sus inicios con Snarky Puppy. Recordemos, por ejemplo, el increíble solo de Cory en “Lingus”. 


Han pasado 8 años desde entonces, y Cory Henry ha cambiado mucho su estilo, pero los solos de la velada conservaron ese empaque que ya mostraban en 2014. Después de un par de temas acompañado por un segundo teclado, bajo y batería, se unieron dos coristas que terminaron de dar forma a la inspiración gospel de la noche. No faltaron las intervenciones del público en “Happy days con el “If you want my love just say, Oh yeah” a modo de coro de iglesia evangélica.  

El concierto se cerró con una versión extendida de una pista de su último álbum, “Rise, con el mantra del Rise people rise” del texto de la canción.  

En resumen, un concierto que bajo el paraguas del funky albergaba una fusión digna de la siguiente adjetivación acumulativa:  

Jazzy gospel-inspired rock-influenced funky fusion. 

O más sencillamente, se podría decir una fusión de funky sin límites.  

Yuriko Baba D’Agostino

Fotos de Diego García La Huerta.

Publicado en julio 2022

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