Goodbye 2013
Brahms; Piano pieces op. 117, 118 & 119. Eduardo Fernández, Centaur Records, 2013.
Una historia natural del piano. De Mozart al jazz moderno. Stuart Isacoff, Turner, 2013, ISBN: 978-84-7506-90.
A pesar de que no han sido escasos los acontecimientos musicales que se han producido durante el año que acabamos de despedir, ya sea con publicaciones de libros, congresos, conciertos, grabaciones o incluso maratones, quiero destacar, con especial interés para el mundo del piano, la labor de Turner Música por un lado y la del sello discográfico estadounidense Centaur Records por el otro. Siento si este artículo no se dedica uno por uno a la larga lista de trabajos realizados por artistas en los últimos meses, los cuáles y pese a todas las dificultades han visto la luz, lo que ya merece un reconocimiento al esfuerzo realizado (y más de un vítore, digo pensando en algún trabajo en concreto y que hoy no les comentaré). Por lo tanto, realizando ese balance positivo, comenzaré con la traducción al castellano del libro Una historia natural del piano; de Mozart al Jazz Moderno de Stuart Isacoff por Turner Música y continuaré con el disco dedicado al último Brahms del pianista Eduardo Fernández en Centaur Records.
Turner Música ha contribuido en profusión a la divulgación de la música con interesantísimas publicaciones, siendo así reconocido en septiembre al haber sido galardonada con el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial 2013. Si en el número de octubre les hablábamos de la guía musical del siglo XX de Francisco Ramos, ahora les hablaremos del apasionante libro de Stuart Isacoff editado por primera vez en España el pasado mes de febrero (y cuando les adjetivo el libro con “apasionante” es completamente intencionado).
Con maestría y sencillez, el autor nos relata una historia del piano conformada de pequeñas historias, compositores, obras, intérpretes, reflexiones y testimonios. Divida en dieciséis capítulos, con un total de 383 páginas, Stuart intercala la narración evolutiva y lineal del instrumento con los transversos de los siglos y las músicas venideras. Modernidad y antigüedad entretejidos diestramente hacen de este libro una pieza si no básica o fundamental para el pianista consagrado, sí una obra jugosa, entretenida, llena de interés, colorido y miga tanto para éste como para el amateur. La simbiosis de un lenguaje sencillo y directo con ciertos toques de humor, combinado con la solidez documental en la que se sustenta todo el escrito le otorgan, en mi opinión, un lugar en el rincón de lo bueno. Quien busque en él una historia detallada de la técnica pianística, un tratado musicológico o un compendio de biografías de artistas se llevará una sorpresa negativa al no encontrar lo esperado, o quién sabe si por el contrario la sorpresa se torne en positiva al descubrir entre sus páginas torrentes de vida y aliento que profesan con auténtica lealtad su amor hacia el instrumento. Desde aquí mi agradecimiento a los responsables de la traducción y distribución del libro, esperando continúen por ese camino.
Y de las letras impresas pasaré ahora a las vibraciones que producen los macillos de un piano al percutir sobre sus cuerdas. Hace casi diez meses, Eduardo Fernández nos concedió una entrevista días antes de la presentación de su último trabajo discográfico: Brahms; Piano pieces op. 117, 118 & 119, grabado en los estudios Cezanne de Madrid, con notas y texto del musicólogo Marco Antonio de la Ossa. Una original propuesta que nos brinda el último piano del compositor. Estos opus, junto con el 116, conforman lo que para muchos es su testamento musical; la esencia de toda una vida. Eduardo Fernández nos trae una música íntima; concentrada; grave; llena de misterio, fantasías secretas y reflexiones espirituales. La toma de sonido sitúa al oyente en la posición de quien ejecuta el instrumento, o incluso, me atrevería a decir, llega a situarle dentro de la caja acústica del piano. La sonoridad que recibimos es por tanto brillante y cristalina transmitiendo a su vez una mayor sensación de ataque. Por otro lado el uso que del tempo hace es muy personal, otorgando riqueza y carácter a la interpretación. El silencio y la respiración tienen también su protagonismo y es un aspecto muy cuidado en todas las piezas. Noble, sabiamente pausada y elegante en su articulación destaca en sus contrapuntos y en las contramelodías. Con cada nueva escucha del cd se descubren matices y relaciones hasta ese momento desconocidas. He ahí donde se halla la vida, la chispa, la magia o el aliento, lo que ustedes prefieran. Por todo ello, les recomiendo su audición, pero no una audición cualquiera, sino atenta, profunda y sincera.
Adiós al 2013 y bienvenido sea el 14.
Mª Cristina Ávila Martín
Publicado en enero 2014