Vuelta al apocalipsis de Godspeed You! Black Emperor

Crítica
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Vuelta al apocalipsis de Godspeed You! Black Emperor

Tras cuatro años desde su último lanzamiento, GY!BE vuelve a los escenarios con G_d’s Pee AT STATE’S END!, el álbum más antiimperialista de su carrera.

Godspeed You! Black Emperor, G_d’s Pee AT STATE’S END!, Constellation Records, abril de 2021.

 

Si hay algo que sabe hacer GY!BE es saquearte el cuerpo y el espíritu. En este 2021, lo ha vuelto a lograr mediante un manifiesto musical de cincuenta minutos de duración, bajo Constellation Records. Desde sus primeros álbumes su plantilla mutaba de manera constante, pero en esta ocasión, se ha repetido el ensemble del pasado Luciferian Towers. Entre estos nueve músicos se encuentran los dos fundadores de la banda: Efrim Manuel (guitarrista) y Mauro Pezzente (bajista). Como ya es tradición, no han aceptado entrevistas ni han comentado sus obras. De este modo, su público solo se puede aferrar a la música en sí, con numerosos mensajes en forma de grabaciones de radio y títulos extensos, tratados por el ingeniero de masterización Harris Newman. La carátula, atípica en comparación con las demás, sorprenderá a sus fans. Es obra de William Schmiechen, un ilustrador que, manteniendo su estilo personal, se adaptó al concepto del álbum con dos flores grises prensadas. Esta idea encaja con el mensaje alarmista y desesperado de GY!BE, que advierte de una catástrofe ecológica y social. Además, junto a la publicación del disco anunciaron un esperado tour por Europa para el próximo año, aunque España no figura en su destino.

Sin duda, han logrado volver a la marca personal de la banda: las grabaciones de campo. Estos sonidos recogidos fuera del estudio se echaron de menos en sus últimas obras, ya que se trata de lo que les diferencia del resto de bandas post-rock, como Swans. Aun así, la banda canadiense nunca falló en hacer que sus oyentes palpen el tiempo. Su fórmula de atmósferas narcóticas y decadentes siempre ha funcionado, tendiendo un puente entre un ataque agorafóbico y la visitación de una gracia angelical. ¿Cómo no quedarse hipnotizado con un drone tan único, tan destructivo y esperanzador?

En este nuevo disco el orden parece guiarse por el carácter de las obras, pensado para desvelar en cada canción una línea más de su manifiesto. Así, “Military Alphabet” abre el viaje con ruidos e interferencias de un código militar de la NATO. Esta base sonora sirve como preludio a la siguiente pista, “Job’s Lament”, que construye el ambiente adictivo del post-rock a partir de la repetición de sonidos. Poco a poco, su música se va sumergiendo en nuestra psyché, con crescendos y texturas en constante movimiento.

 

Sin embargo, no será hasta “First of the Last Glaciers” donde se muestra el esplendor de la grabación y producción, los violines empastan y brillan junto a los riffs de las guitarras. Estas cuatro pistas conforman la primera parte del disco, y van seguidas de casi dos minutos sencillos pero efectistas. Se trata de una grabación de lanzamientos de cohetes (“Rockets for Mary”), que funcionan como interludio y conectan con nuevas interferencias, además de construir un suspense liminal.

 

La música se oscurece notablemente en “Government Came” y las grabaciones de campo anticipan la atmósfera agresiva y triste, lograda a partir de guitarras distorsionadas y dolorosas notas. En la siguiente canción repiten la fórmula de crecimiento, pero esta vez culminan con unas campanas del triunfo que nos desvelan que conservan un pequeño rayo de esperanza.

 

Finalmente, “Our Side Has to Win” es la obra con más trabajo de música de cámara, cediéndole el protagonismo a la cuerda. Destaca del resto del álbum por su belleza y por su carácter conclusivo, dejándole al oyente un claro mensaje optimista: tenemos que ganar, porque no hay otra alternativa posible. La dedicatoria de esta última canción es para Dirk Hugsam, un amigo de los músicos y de Constellation Records fallecido en 2018. En comparación con otros discos, han reducido el formato de las canciones (la más extensa de este son solo once minutos). Al acortar las partes ambientales, hacen de G_d’s Pee AT STATE’S END! un álbum ligero para el público que se quiera iniciar en el post-rock.

 

Como es usual, su mensaje político se alinea con el anarquismo y destaca, en esta ocasión, su preocupación por el calentamiento global y las guerras. Ciertamente, en estos tiempos de crisis sanitaria y económica, el álbum salió en el contexto social más oportuno y, aunque para ellos siempre hemos estado en un mundo con fecha de caducidad, siguen esforzándose en creer de manera positiva. Sin duda, un viaje recomendable para los entusiastas de la realidad.

Selene Pasek

 

Publicado en enero 2022

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